Este filósofo vasco, nacido en Amárita (Álava), de familia nacionalista vasca y de fuerte raigambre católica, ingresó a un monasterio franciscano con 19 años y se ordenó sacerdote con 23 años, en 1931. El sacerdocio le llevó a América (México y Estados Unidos) y en el continente americano abandonó los hábitos en 1939.
Llegó a Costa Rica en 1940. Teodoro Olarte Sáenz se dedicó a enseñar y escribir sobre la filosofía de la cultura metafísica y existencialismo entre otros tópicos filosóficos.
Al poco de su llegada trabajó en distintos colegios de San José, como profesor de latín, griego, filosofía, psicología o lengua, pero su meta era la Universidad.
Desde 1947 inicia su vida docente en la Universidad de Costa Rica. Fue así como varias generaciones de filósofos gozaron de su formación, de su sabiduría y enseñanzas.
En su carrera en la UCR fue director del Departamento de Filosofía y decano de la Facultad de Ciencias y Letras. En 1973 fue nombrado Doctor Honoris Causa por la UCR, a petición del propio claustro de profesores.
Se destacó también por su valiosa contribución para darle vida a instituciones de gran relevancia relacionadas con la filosofía. Fue un hombre muy querido y respetado por sus alumnos y quienes lo conocieron, por eso se dice de él: “TEODORO OLARTE S. DE ORIGEN VASCO Y CORAZÓN COSTARRICENSE”.