Ana María Tato Guillén fue conocida como la “Madre de los Parques Nacionales de Costa Rica”. Nacida en España, adoptó a Costa Rica como su patria (donde falleció en 2012) y dedicó su vida a la protección y conservación de su invaluable riqueza natural. Su legado es una contribución perdurable al medio ambiente y a la administración de los parques nacionales del país.
En 1977 asumió la dirección legal del recién creado Servicio de Parques Nacionales, trabajando para consolidar el sistema de áreas protegidas, hoy aclamado a nivel mundial. Fue pionera en el ámbito legal ambiental en Costa Rica, desarrollando legislación, resolviendo conflictos de tenencia de tierras y creando una base jurídica sólida para el manejo de los parques nacionales.
Ana María destacó por su temple, profesionalismo y capacidad para encontrar soluciones legales, incluso en las situaciones más complejas. Inspiró a generaciones de abogados ambientalistas y fue una figura clave en la protección de áreas como Tortuguero y Corcovado, resolviendo conflictos con firmeza y creatividad.
Su legado trasciende las fronteras del derecho ambiental: su trato humano y su impacto en la consolidación del patrimonio natural costarricense la convierten en un ejemplo para las generaciones futuras.
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