Al ver muchos apellidos del comercio en Costa Rica, muchos son de origen catalán. Pero no solo se destacaron en el comercio y la política (como la familia Figueres-Ferrer), también en la arquitectura: Lluis Llach como responsable del diseño de obras tan emblemáticas como la Basílica de Los Ángeles en Cartago, del edificio de Correos de San José, el Mausoleo de la Sociedad Española de Beneficencia; mientras Gerardo Rovira alzó el Club Unión o el templete de Música del Parque Morazán.
Familias como Crespo, Pagés y Mesalles, introdujeron en el país el sistema del autoservicio y tuvieron importantes capitales en el país. Muy significativa fue la obra de la familia Raventós, quienes construyeron el Teatro Popular Melico Salazar en San José.
![](https://museomigracion.com/wp-content/uploads/2022/08/famila_figueres.jpg?w=640)
La familia Figueres-Ferrer, de origen catalán. (Foto: Casal Catalá)
Había catalanes en la mueblería, la ebanistería, el sector financiero, la prensa y…, del fútbol, como la figura de Ricardo Saprissa, fundador de Saprissa, el equipo fútbol más popular de Costa Rica. También nos encontramos a Tomás Soley Güell (hijo de migrantes españoles, pero ya nacido en Costa Rica), fundador del Instituto Nacional de Seguros y el Banco de Crédito Hipotecario.
Cuatro de las seis imprentas existentes en Costa Rica en las primeras décadas del siglo XX eran propiedad de catalanes. Una figura importante es la de José Borrasé Rovira, quien en 1931 compró y dirigió el periódico La Prensa Libre. A pesar de que el objetivo inicial del periódico era dar a conocer la realidad de España, se convirtió en un medio para los costarricenses y se enfocó en la información nacional en lugar de transmitir una imagen específica de España en el país.